Durante los meses de julio y agosto, muchos ciudadanos se desplazan a su segunda residencia para disfrutar de unas vacaciones o incluso, los que tienen la opción de teletrabajo, para trabajar desde su casa en la costa o en el pueblo, donde las altas temperaturas resultan más llevaderas que en la ciudad. Sin embargo, tener una segunda casa supone pagar otra factura de luz más, por lo que es importante conocer cómo controlar el gasto energético y a la vez, reducir al mínimo el coste de la factura de luz de la vivienda habitual, evitando el conocido como “consumo fantasma” mientras no estamos en ella.
Gana Energía, como asesores energéticos, ofrece algunas recomendaciones para que los usuarios puedan ahorrar durante el verano en el recibo de la luz mediante un consumo responsable y eficiente.
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