Los nuevos trituradores están diseñados para marcar la diferencia, ayudando a mantener la cocina libre de bacterias, olores y basura de forma cómoda e higiénica. El sistema es muy sencillo. Primero se abre el grifo del fregadero para que circule el agua. A continuación, se pulsa el botón que se sitúa en el borde del fregadero y, por último, se vierten los residuos por el desagüe.
En cuestión de segundos el triturador convierte los residuos en partículas muy finas que se eliminan a través de las tuberías. De esta manera se disminuye el volumen de basura en la cocina y el consumo de bolsas de plástico.
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